(Para siempre Honor y Lealtad)
Sin desmereceder a Jikisan Uchi-Deshi más antiguos y que siguen conmigo, como piña, como familia, es justo y de obligado cumplimeinto reconocer en todos ellos, las cualidades morales que les impulsan como personas a actuar rectamente, cumpliendo con un deber y de acuerdo con la moral por tiempo indefinido, es decir, desde el principio y hasta el día de hoy mostrando respeto, honra y pundonor en su dignidad como personas.
Sentimiento de respeto y fidelidad a los propios principios morales, a los compromisos establecidos hacia su Dôshi, en una decisión de hacer aquello con lo que se han comprometido aún en circunstancias cambiantes e incluso adversas, correspondiendo y cumpliendo con la obligación que se tiene con él.
La lealtad es una virtud que se desarrolla en la conciencia y que implica, cumplir con un compromiso aun frente a circunstancias cambiantes o adversas. Se trata de una obligación que uno tiene para con su Dôshi, es decir, lo que en Japón se llama Giri.
El concepto de Giri lo podríamos traducir como deber u obligación social, haciendo referencia a la gratitud que se debe mostrar en sus acciones.
Cuando un Bu-Jutsuka de una Escuela anterior a la restauración Meiji o un Budoka de una Disciplina posterior a la restauración Meiji, ha reconocido con palabras el que sabe y siente su Giri con un Dôshi, no puede quebrantar ese Giri pronunciado y escrito, a no ser que incurra voluntariamente en una negación de todo lo que pretende demostrar delante de los demás, con respeto a su condición de Bu-Jutsuka o Budoka, pues el Giri no puede negarse por algo que el Dôshi hizo por él en el pasado, creando un Giri que nunca podría devolver.
El origen del Giri, como el de la gran mayoría de comportamientos que todavía rigen las relaciones sociales en Japón, lo encontramos en el periodo de Edo, cuando Japón era una sociedad absolutamente clasista y jerarquizada y la obligación, el deber de pagar gratitud al Maestro era algo que se controlaba hasta sus últimas consecuencias en todas las clases sociales.
Así, el Giri rige de una forma contundente las relaciones jerárquicas como las de Dôshi/Deshi, o las relaciones en la Ryuha, donde es frecuente que los Deshi vistas las vivencias, sientan que deban agradecer todo a su Dôshi y sientan la obligación de llevar a cabo su estudio y entrenamiento lo mejor posible –algo que podríamos enlazar en la relación entre hombres y mujeres. De esta manera, el Giri ayuda a mantener la armonía social o la paz del grupo puesto que obliga a ‘devolver’, a ‘corresponder’ siempre al otro y esto ayuda a limar las asperezas que pudiera haber.
Un ejemplo del pasado (algo extremista, pero así queda claro): los samurái que daban su vida por su tarea o por su Maestro.
En todo este entramado de comportamientos y organización social entra en juego el Giri, la obligación de gratitud ante un superior o persona que nos ha ayudado o hecho un favor. Es el sentir que estás en deuda con la otra persona y que te lleva a sentir que debes devolver esa gratitud. Es pensar en el otro antes que pensar en uno mismo. Es comunidad antes que individualismo.
Obviamente si se tienes contacto con japoneses esto ha debido de pasar: se les regala algo y ellos siempre os regalan algo de vuelta, sienten la obligación de corresponder a ese regalo, ese sentimiento es el Giri. Esto no es algo exclusivo de los japoneses, pero en la sociedad japonesa, sí es donde y de manera más acusada aparece.
Sin desmerecer a Jikisan Uchi-Deshi más antiguos y que siguen conmigo, como piña, como familia, es justo y de obligado cumplimiento reconocer a dos que valorando las formas (Rei) para mantener la armonía (Wa) en las relaciones con los miembros de la Ryuha (Jikisan Bessiki-me, Uchi y On’na ) que con todo respeto están muy jerarquizada (Tate shakai) y como siempre parece que existe una lucha interior entre ser uno mismo (honne) o solo aparentar para los demás (tatamae), fueron capaces de sin preguntar porque, subirse a un avión camino de Japón, acompañando a su Dôshi que viajaba para clarificar unos hechos que debían ser solventados, para proteger la imagen de una Organización japonesa, algo muy relacionado con el Giri.
Hoy en su Escuela Honden Miura-ryū Nihon-den-ryū sōhei-ha heihō y como próxima generación Gérman Alonso y Néstor González son Kokei-shas (sucesores. no herederos).
Omedetô
(Forever Honor and Loyalty)
Without detracting from the older Jikisan Uchi-Deshi who are still with me, as a pineapple, as a family, it is fair and obligatory to recognize in all of them the moral qualities that drive them as people to act righteously, fulfilling a duty and in accordance with morality indefinitely, that is, from the beginning and to this day showing respect, honor and pride in their dignity as people.
Feeling of respect and fidelity to their own moral principles, to the commitments established towards their Dôshi, in a decision to do what they have committed to even in changing and even adverse circumstances, corresponding and fulfilling the obligation they have with him.
Loyalty is a virtue that develops in the conscience and that implies fulfilling a commitment even in the face of changing or adverse circumstances. It is an obligation that one has towards his Dôshi, that is, what is called Giri in Japan.
The concept of Giri could be translated as duty or social obligation, referring to the gratitude that must be shown in their actions.
When a Bu-Jutsuka of a School before the Meiji restoration or a Budoka of a Discipline after the Meiji restoration, has recognized with words the one who knows and feels his Giri with a Dôshi, he cannot break that Giri pronounced and written, unless he voluntarily incurs a denial of everything he intends to demonstrate in front of others, with respect to his status as a Bu-Jutsuka or Budoka, since the Giri cannot be denied for something that the Dôshi did for him in the past, creating a Giri that could never return.
The origin of Giri, like that of the vast majority of behaviors that still govern social relations in Japan, can be found in the Edo period, when Japan was an absolutely class-oriented and hierarchical society and the obligation, the duty, to pay gratitude to the Master it was something that was controlled to its ultimate consequences in all social classes.
Thus, the Giri strongly governs hierarchical relationships such as those of Dôshi/Deshi, or relationships in the Ryuha, where it is common for the Deshi to see the experiences, feel that they should thank their Dôshi for everything and feel the obligation to carry carry out their study and training to the best of their ability – something that we could link in the relationship between men and women. In this way, the Giri helps maintain social harmony or peace in the group since it forces us to ‘give back’, to ‘reciprocate’ always to the other and this helps smooth out any rough edges that may exist.
An example from the past (somewhat extreme, but that is clear): the samurai who gave their lives for their task or for their Master.
In all this network of behaviors and social organization, the Giri comes into play, the obligation of gratitude before a superior or person who has helped us or done us a favor. It is the feeling that you are indebted to the other person and that leads you to feel that you must return that gratitude. It is thinking of the other before thinking of oneself. It is community before individualism.
Obviously if you have contact with Japanese this must have happened: you give them something and they always give you something back, they feel the obligation to reciprocate that gift, that feeling is the Giri. This is not something exclusive to the Japanese, but in Japanese society, it is where it appears and in a more pronounced way.
Without disregarding the oldest Jikisan Uchi-Deshi and who continue with me, as a pineapple, as a family, it is fair and obligatory to recognize two who value the forms (Rei) to maintain harmony (Wa) in relations with the members of the Ryuha (Jikisan Bessiki-me, Uchi and On’na) who with all due respect are very hierarchical (Tate shakai) and as always there seems to be an inner struggle between being oneself (honne) or just pretending to others (tatamae) , they were able to, without asking why, get on a plane to Japan, accompanying their Dôshi who was traveling to clarify some facts that had to be resolved, to protect the image of a Japanese Organization, something closely related to the Giri.
Today in Honden Miura-ryū Nihon-den-ryū sōhei-ha heihō School and as the next generation, Gérman Alonso and Néstor González are Kokei-shas (successors, not heirs).
Omedetô
José Miguel Martínez Barrera
ホセ・ミゲル・マルチネス・バレラ
Menkyo-Kaïden Kōkei-sha Dōshi
免許皆伝 後継者 導師
Ikkyo Sichi Ban Deshi Takamatsu-Ha
井京.七番弟子高松波
Honden Miura-ryū Nihon-den-ryū sōhei-ha heihō
本殿 三浦流 日本 伝流 僧兵派 兵法
So Hombu Dôjô
総本部道場 .平成27 年 9月 15日
E-mail: doshi@miuraryu.com
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